Los escritores y escritoras de telenovelas son personajes claves para la existencia y supervivencia del género. Para los que estudiamos a las telenovelas es esencial detenernos en sus autores bien sea a través de la lectura de las entrevistas que se les han hecho o leyendo los escritos que varios de ellos han dejado sobre el colosal trabajo que es escribir una telenovela.
Una excelente referencia es el reciente libro
Lágrimas a Pedido de la periodista venezolana
Valentina Álvarez (Editorial Alfa), en el cual encontramos las voces de un número de autores reconocidos detallando el proceso de escritura de una telenovela.
Para mí son particularemente interesantes esos raros momentos en los que podemos ser testigos de intercambios entre escritores de telenovelas. Una de estas ocasiones es la entrevista que el escritor venezolano
Leonardo Padrón (
Amores de Fin de Siglo,
El País de las Mujeres,
Cosita Rica,
Ciudad Bendita, entre otras) le hizo a la autora cubana
Delia Fiallo (
Lucecita,
Esmeralda,
Cristal,
Kassandra,
Leonela,
Rafaela….sólo por nombrar algunas de sus telenovelas) en la primera temporada de su programa de entrevistas radial
Los Imposibles (Caracas,
Onda) en Noviembre de 2005.
Como todas las entrevistas de
Los Imposibles, el intercambio comienza con una “postal” escrita especialmente para la persona que va a ser entrevistada:
“Un escorzo narrativo del personaje, un texto que deambula por sus pasillos más emblemáticos. Quizás entraña una visión personal, pero muchas veces quiere significar la del mundo” (Padrón, 2006, p. 10).
A continuación la Postal que Leonardo Padrón le escribió a Delia Fiallo: (si prefieres, la puedes escuchar
aquí, junto con el comienzo de esa emisión de Los Imposibles)
Hace quince años una masiva combinación de destino y azar quiso que yo me encontrara en la ciudad de Miami para conocer a la madre de la telenovela latinoamericana. ¿Su nombre? ¿Acaso hay espacio para la duda? Estamos hablando, por supuesto, de Delia Fiallo. Me tocaba escribir la primera telenovela de mi vida y sería una adaptación de una historia de Delia Fiallo. César Miguel Rondón y el legendario Juan Lamata decidieron llevarme a conocer de viva voz a la llamada reina de los folletines audiovisuales. No pude menos que pensar que era un momento ritual en mi carrera, una suerte de iniciación, que me estaban llevando al santuario mayor de la telenovela latinoamericana. Y allí estaba ella, en una casa abismal en Miami, menuda, bella y tajante, dispuesta a compartir con este ilustre desconocido los secretos del oficio más vilipendiado y poderoso de toda la historia de la televisión. Permítanme recordarles que la telenovela es el principal rubro de exportación no tradicional de la economía venezolana y la primera culpable de este milagro es Delia Fiallo. ¿Que todos mencionamos a Charles Dickens, Alejandro Dumas y hasta al popio Balzac para hablar de los ilustres orígenes de la telenovela? Sí, es cierto. Pero no ha habido nadie que haya escrito más escenas de amores imposibles en todo el siglo XX que Delia Fiallo. Ella, para bien o para mal, depende de quien lo diga, terminó estableciendo los resortes estéticos del género de masas más popular en toda la televisión. Hoy, quince años después, estoy de nuevo en la ciudad de Miami, sentado frente a una mujer imposible de borrar de la mente del imaginario latinoamericano. Bienvenida, Delia Fiallo.
Las preguntas de Padrón y las respuestas de Delia Fiallo nos ayudan a conocer la trastienda del oficio de escritura de estos seriados cuya vida depende del rating. La entrevista detalla el periplo de
Delia Fiallo escribiendo telenovelas, su desagrado ante los remakes que de su trabajo hace la televisión mexicana (
“me enferman”) y sus consideraciones sobre las telenovelas que escribió: Sus mayores éxitos (
Esmeralda,
Cristal,
Kassandra), su telenovela mejor escrita (
Leonela), su mayor fracaso (
María del Mar) y la que tuvo que esperar a que la competencia terminara para sacar sus mejores tramas (
Emilia, que esperó por el fin de
Estefanía).
La conversación entre estos dos escritores de estilos opuestos fue cordial, amena y muy informativa. Sería imposible detallarla aquí, (aunque me encantaría poder hacerlo). Sin embargo, hay una pregunta-respuesta que me llama particularmente la atención y la reproduzco a continuación:
¿Delia Fiallo es capaz de afirmar que la telenovela ya ha alcanzado el rango de género literario?Por supuesto que sí. Hay telenovelas muy buenas y muy malas, de la misma forma como hay teatro y literatura muy buenos y muy malos. Lo que no se puede hacer es juzgar a la telenovela en comparación con una obra de teatro, pues no se pueden comparar distintos géneros. Hay que juzgarla dentro de su propio género.Esta entrevista puede ser leída en su totalidad en el libro
Los Imposibles: Conversaciones al Borde de un Micrófono (Padrón, 2006). A veces también uno corre con suerte y puede escuchar su repetición a través de
Onda. Es una joya para entender a ambos escritores, para romper con las especulaciones que se han tejido sobre ellos, para aclarar neblinas en torno a su mutuo respeto, y para entender mejor el difícil oficio de escribir telenovelas.