El 30 de septiembre se cumplen diez años de la transmisión del primer
capítulo de la telenovela Cosita Rica por Venevision. La novela traía
un atractivo coctel de romance, realismo, humor y comentario tanto político
como sociocultural. Cosita Rica
incluía personajes alegóricos a personalidades políticas. En particular, “Olegario Pérez” era una metáfora de tinte
opositor del entonces presidente, Hugo Chávez.
Esta telenovela se constituyó en un éxito de gran resonancia mientras transitaba
en paralelo con el país el espinoso camino hacia el referendo revocatorio
presidencial de agosto de 2004. Cosita
Rica ganó la guerra del rating contra la televisora rival, RCTV, y recuperó
para Venevision el primer puesto de sintonía que le había eludido por más de
dos años. Hoy en día, sin embargo, es imposible producir y transmitir una
telenovela como Cosita Rica en
Venezuela. En la última década el marco legal, el panorama mediático, la
televisión y la industria de la telenovela han cambiado de manera fundamental
en el país.
¿Qué ha pasado desde el 2003?
El contenido de los medios de comunicación estaba profundamente
polarizado en el año 2003. En general, los medios privados, incluyendo a
Venevision, eran críticos del gobierno de Chávez y los medios del estado tenían
el aroma indiscutible del proselitismo oficialista. El presidente imponía su
presencia a través de cadenas en las que atacaba a los medios privados con
insistencia. Fue en este ambiente mediático que Leonardo Padrón escribió Cosita Rica con dos objetivos: “analizar
el poder y sus miserias, y escribir acerca de la posible reconciliación entre
los dos bandos políticos”. El público, chavista, antichavista y ni-ni,
respondió masivamente siguiendo la telenovela noche a noche. (En mi libro Venezuela es una telenovela (Alfa, 2007)) detallo la escritura, producción y recepción
de Cosita Rica).
Siete meses después del final de Cosita
Rica, en marzo de 2005, la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (conocida por
sus siglas como “Ley Resorte”) entró en efecto. Esta ley imponía penalidades
severas a las emisoras que no cumplieran con sus regulaciones e incluía normas
estrictas en cuanto a las historias, y al lenguaje verbal y visual, que se
podía transmitir en el primetime,
horario tradicionalmente destinado a las telenovelas.
En mayo de 2007, salió del aire RCTV cuando su licencia expiró y no fue renovada por el gobierno. Su lugar
en el espectro radioeléctrico fue ocupado por la televisora estatal TVES. El cierre de RCTV le puso fin a una era que
definió a la televisión venezolana por 50 años: la competencia entre RCTV y
Venevision. La industria de la telenovela nacional había perdido uno de sus dos
principales productores. Y el país experimentaba la ausencia de uno de sus
medios emblemáticos. El mensaje para las televisoras que quedaban era
inequívoco.
De hecho, ya Venevision había puesto sus barbas en remojo, cambiando su
postura política. La mutación comenzó en el 2004, durante los dos últimos meses
de Cosita Rica. Primero, la
televisora accedió a la exigencia gubernamental de que el resultado del
referendo revocatorio de “Olegario” en la novela no ocurriera antes de que el
referendo revocatorio del Presidente Chávez sucediera en la realidad. Segundo,
Venevision estableció un sistema de autocensura en el cual el departamento
legal revisaba cuidadosamente los libretos de la telenovela. Durante el último
mes de Cosita Rica, Leonardo Padrón tuvo que re-escribir diálogos y situaciones, y algunas escenas fueron re-grabadas.
Estas medidas fueron precedidas de dos eventos significativos. El
gobierno allanó la “Quinta Guadalupana”, propiedad del Grupo Cisneros (dueños
de Venevision), y reportó que había encontrado armas y “material de
insurrección”. Víctor Ferreres, entonces presidente de Venevision, negó la
presencia de armamento en la casa y sugirió que había sido “sembrado” allí “en un esfuerzo gubernamental para desacreditar al Señor Cisneros”. Días después, Gustavo
Cisneros y Chávez se reunieron junto al ex presidente norteamericano Jimmy
Carter, quien actuó como mediador. (“Carter reunió a Chávez y a Cisneros”.
2004, Junio 19. El Nacional, p. A/8). Seguidamente, Venevision
implementó el sistema de autocensura ya descrito y comenzó a moderar su línea
política. Unos meses después, el contenido de la televisora ya no podía ser
calificado como de oposición.
Televen también
atemperó su contenido político, eliminando algunos programas de opinión de
corte opositor. Este canal,
tradicionalmente comprador de telenovelas foráneas, pasó a ser el competidor
más cercano de Venevision y comenzó planes para producir sus propias
telenovelas.
El Presente
Hoy en día que un medio venezolano esté en manos privadas no significa
que su contenido sea opositor al gobierno. Una mezcla de leyes de contenido, autocensura como mecanismo de supervivencia y compras de medios por grupos cercanos al gobierno ha reducido de manera
significativa el espacio para las voces disidentes.
La industria venezolana de la telenovela, considerada entre
las más importantes del mundo en los años 80 y 90, hoy está severamente disminuida.
La ausencia de RCTV la redujo a la mitad encogiendo, en esa misma proporción, el
número de empleos. Desde entonces se observa una diáspora sostenida del talento
venezolano que debilita aún más a la telenovela local y fortalece a la
televisión hecha en Colombia, México y Miami.
En el aspecto económico, las políticas cambiarias dificultan la
actualización de equipos y el entrenamiento de sus operadores. La inversión en
telenovelas ha bajado mientras Venevision y Televen navegan la encrespada situación
política y buscan la varita mágica que le devolverá a la telenovela venezolana
su elusivo esplendor del pasado.
La producción y la presencia de nuestra industria de la telenovela es,
claramente, menor. Hace diez años Venevision y RCTV producían 4-6
telenovelas al año, cada uno. Su primetime se
llenaba con producciones nacionales. En contraste, este año Venevision realizó
tres producciones: una serie de acción (en co-producción) y dos telenovelas. De
ésas, solo una ha visto el aire: De todas
maneras Rosa, actualmente a las 9 p.m. Televen ha co-producido dos
telenovelas con Telemundo (USA) y Cadena Tres (México). Una ya fue transmitida
y la otra apenas comienza su etapa de producción. La grilla de programación de
ambas televisoras está repleta de telenovelas importadas de Colombia, México y
Telemundo. Y, en una dramática inversión del flujo de la globalización de las
telenovelas, hasta los dramas coreanos tienen ya presencia en nuestra pantalla
chica. Por su parte, TVES transmite una telenovela brasileña en su primetime y se alista para colocar en
pantalla la producción independiente Guerreras
y Centauros, luego de dos experiencias previas—Caramelo e’ chocolate y Teresa
en tres estaciones—que tuvieron bajísimo rating y críticas negativas.
En estos días las co-producciones que utilizan “know-how” venezolano y/o que se realizan en las instalaciones de
RCTV parecen ser la nueva norma. Estas telenovelas rara vez tienen actores
venezolanos en los roles protagónicos. También exigen los llamados acento
“neutro” y vocabulario “universal”, que son más cercanos a México y Colombia, que a Venezuela. En consecuencia, en esas telenovelas
nuestros actores no suenan como el país mientras “platican” en un acento
impuesto. Este patrón también se observa en las co-producciones de Televen y
hasta en algunas novelas de Venevision.
Un factor aún más importante es que la camisa de fuerza de la Ley
Resorte, más el miedo convertido en autocensura, traen como consecuencia tramas
sosas y pacatas que contrastan con las historias más contemporáneas y
arriesgadas que se están haciendo en otros países.
Las consecuencias de todo esto se ven tanto en el mercado
internacional, donde la telenovela venezolana se desdibuja, como en la
pantalla local, donde el desencanto de los televidentes se evidencia en ratings
y shares que favorecen cada vez más a las opciones del cable:
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Venevision--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 7.0-14.4 32-50%
Venevision--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 5.6 23.8%
RCTV--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 5.5-10.0 25-32%
RCTV--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: n/a n/a
Televen--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 2.0-3.5 8-12%
Televen--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 5.1 21.5%
TVES--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: n/a n/a
TVES--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 0.3 1.5%
Cable--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 1.0-2.0 5-10%
Cable--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 8.8 36.7%
Venevision--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 7.0-14.4 32-50%
Venevision--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 5.6 23.8%
RCTV--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 5.5-10.0 25-32%
RCTV--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: n/a n/a
Televen--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 2.0-3.5 8-12%
Televen--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 5.1 21.5%
TVES--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: n/a n/a
TVES--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 0.3 1.5%
Cable--rango promedio rating y share mientras Cosita Rica estuvo al aire: 1.0-2.0 5-10%
Cable--rating y share promedio a las 9 p.m. Sep. 2-6, 2013: 8.8 36.7%
NOTAS:
- Para los números en rojo, escogí de manera aleatoria una semana reciente (Sep. 2-6, 2013) y calculé el promedio de ratings y shares para el horario de las 9 p.m. de lunes a viernes.
- Durante la semana escogida, Venevision transmitió en ese horario la única telenovela venezolana actualmente en primetime: De todas maneras Rosa.
- Las primeras dos noches de esa semana, Televen transmitió los capítulos finales de Las Bandidas un remake de la telenovela venezolana Las Amazonas, co-producido por Televisa (México) y RTI (Colombia) en los estudios de RCTV. El resto de la semana, Televen colocó en pantalla a Marido en alquiler, un remake de la telenovela brasileña Fina Estampa, co-producido por Telemundo (USA) y Rede Globo (Brasil).
- AGB Venezuela reporta las estaciones por cable como una medida agregada. Probablemente no hay un canal de cable individual que tenga un rating más alto que Venevision o Televen. Pero el agregado del cable es cada vez más alto.
- TVES transmitió generalmente fútbol y/o noticias hasta las 9:30 p.m., seguidas de la telenovela brasileña Río del destino, producida por Rede Globo.
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El contraste entre los 11 meses de Cosita
Rica (2003-2004) y el ahora evidencia el impacto que el contexto
político-económico ha tenido sobre la televisión venezolana y su espina dorsal:
la telenovela.
Pero la telenovela no es simplemente una empresa comercial o un género de historias melodramáticas despreciadas y consumidas masivamente. La telenovela también es un
epicentro donde medios de comunicación, cultura y sociedad muestran la trenza
que los une. Como lo han demostrado Cosita
Rica y otras telenovelas (Por estas calles, Roque Santeiro, Nada Personal, La Mujer Perfecta, etc.), este género puede ser un espejo donde
la formación social se mira a sí misma y un espacio discursivo en el cual contenidos
y significados son interrogados y negociados. A medida que la telenovela
venezolana se difumina, también lo hacen las historias, temas, personajes,
vocabulario y acento venezolanos. Y con ellos desaparece un terreno de
discusión que está incrustado en la cotidianidad del país.
Quizás sea esto último la razón por la cual el gobierno venezolano se
ha asegurado que ninguna telenovela como Cosita
Rica sea escrita, producida o transmitida en el país. Esto también puede
estar detrás del anuncio de Nicolás
Maduro de que el gobierno creará un centro para la producción de telenovelas.
Cerrar espacios de debate. Dominar tanto la agenda de temas como el
discurso. He ahí los objetivos.
Mientras tanto, Univision se alista para estrenar Cosita Linda, un remake de Cosita Rica sin los contenidos políticos, hecho en Miami por Venevision Productions, y protagonizado por el actor peruano Christian Meier y la actriz mexicana Ana Lorena Sánchez.
Apéndice: Cuando Cosita Rica y ahora
- Víctor Ferreres era el Presidente de Venevision. Después de Cosita Rica salió de ese cargo. Hoy trabaja por su cuenta haciendo outsourcing de publicidad.
- Arquímedes Rivero era el Director Ejecutivo de Dramáticos de Venevision durante Cosita Rica. Hoy es Director Ejecutivo de Venevision Productions en Miami.
- Leonardo Padrón, autor de Cosita Rica, sigue escribiendo en diversos registros que incluyen telenovelas, poesía, entrevista, crónica y literatura infantil. Su posición opositora le ha granjeado el respeto de la disidencia, y el acoso y las amenazas del chavismo. Escribe una telenovela para Venevision y espera, desde principios de este año, que entre en producción.
- Consuelo Delgado, productora ejecutiva de Cosita Rica, puso su renuncia recientemente en Venevision.
- Carolina De Jacovo, productora general de Cosita Rica, es ahora la productora ejecutiva de la única telenovela venezolana actualmente en el primetime: De todas maneras Rosa.
- Fabiola Colmenarez, protagonista femenina de Cosita Rica, se dedicó al teatro y a la política luego de ser excluida de las telenovelas de Venevision por su declarada oposición al gobierno. Actualmente es la candidata de la oposición por el municipio Vargas.
- Rafael Novoa, actor colombiano protagonista masculino, ha protagonizado después de Cosita Rica diversas telenovelas y series hechas en Colombia y Miami.
- Carlos Cruz, personificó a "Olegario", metáfora del presidente Chávez. Desde entonces ha trabajado en cine, teatro y televisión. Actualmente tiene un rol protagónico en la versión teatral de El pez que fuma y es parte del elenco de Nora, la emprendedora, una co-producción de Televen, Telemundo y Cadena Tres.
- Edgar Ramírez, protagonista masculino de la exitosa historia de amor entre "Cacique" y las gemelas "Verónica" y "María Suspiro". Ramírez es una estrella de cine internacional. Ha sido nominado a los Globos de Oro y a los Emmy. Es ganador de un César de Francia. Actualmente trabaja como protagonista en la película sobre el boxeador Roberto “Mano E’ Piedra” Durán.
- Marisa Román, personificó a las gemelas "Verónica" y "María Suspiro". Román trabaja en cine, teatro y televisión en Venezuela, donde ha ganado varios premios de cine. Actualmente protagoniza la única telenovela venezolana transmitida en primetime: De todas maneras Rosa.
- Gledys Ibarra fue "Patria Mía", personaje que representaba al país como madre soltera. Una de las actrices más emblemáticas del país, Ibarra se vio forzada a emigrar a Miami por falta de oportunidades de trabajo. Actualmente trabaja en la telenovela Santa Diabla de Telemundo.
- Roque Valero tuvo el rol de “Cachito”, un ladronzuelo del “Barrio República”. El personaje, escrito para generar reflexión sobre la falta de opciones productivas que aqueja a la juventud venezolana no privilegiada, se robó el corazón de muchos venezolanos. Después de Cosita Rica, Leonardo Padrón le escribió a Valero el rol protagónico en su siguiente telenovela, Ciudad Bendita. En la última elección presidencial, Valero hizo público su apoyo al chavismo. En estos momentos está dedicado a la promoción de la película Bolívar, el hombre de las dificultades, la cual protagoniza.