junio 02, 2007

Las Telenovelas y el Cierre de RCTV



En la triste y preocupante saga del cierre de RCTV, las telenovelas han tomado un lugar central.

En el discurso político:


El sábado 26 de Mayo, un día antes de cerrar a RCTV, Chávez mencionó a las telenovelas como uno de los grandes pecados del canal al que no le renovaría la concesión: “Son como la cascabel. Eso es veneno puro” y procedió a definirlas como “un peligro para el país, para sus niños y niñas”. Estas declaraciones son irónicas, viniendo de uno de los principales beneficiarios del trabajo ideológico que, en su momento, realizara la telenovela de RCTV Por Estas Calles.


La telenovela también es ingrediente del discurso político que critica el cierre del canal y opone al gobierno. Por ejemplo, Monseñor Roberto Lückert, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana , declaró en El Universal el martes 29 de Mayo que el cese de Radio Caracas Televisión (RCTV) “hiere el sentir venezolano porque es una de las empresas comunicacionales más antiguas del país”, cuyas telenovelas y programas cómicos formaban “parte del sentir venezolano”. Palabras hasta cierto punto sorpresivas, ya que la Iglesia venezolana ha sido crítica de las telenovelas, pero que entendemos cuando las leemos bajo la lógica de la polarización que rige al país.

En el discurso académico:

Hay un reconocimiento del lugar sociocultural que ocupa la telenovela en Venezuela. En América Latina en general, y en Venezuela en particular, el melodrama es ingrediente de nuestra idiosincracia y de nuestra manera de ser. (Personalmente tengo años buscando el verbo “despechar” en inglés… y no lo consigo…¿será que sólo los latinos nos despechamos? ¿Será por eso que los boleros, las rancheras y las telenovelas son latinoamericanos?) En el discurso académico también hay un reconocimiento del lugar que ocupa la ficción en nuestro imaginario. Como expresó el sociólogo Tulio Hernández en El Universal del viernes 1 de Junio:

“En la ficción, sólo en la ficción, la vida es como uno quiere que sea: Los buenos son premiados, los malos castigados y los amantes sufridos confían en su amor eterno. La ficción es un producto comercial que las masas perciben y celebran con mayor identificación. Como parte de la cultura venezolana, noche a noche, la teleaudiencia del país ve con detenimiento el capítulo de su historia favorita y sigue los acontecimientos de los personajes de moda. RCTV, como canal pionero en Venezuela, con 53 años de historia y mayor productor de telenovelas del país, ha creado un nexo afectivo y emocional con el público”.

En la(s) percepción(es) del público:

Tanto en los foros dedicados a televisión en Internet, como en muchos blogs, una y otra vez leemos cómo el público extraña las telenovelas de RCTV, en particular a Mi Prima Ciela, telenovela que nos muestra cómo se debe hacer un remake: con respeto, amor y el cuidado que sólo su autora original puede tener. “¿Y mis telenovelas?”, es la pregunta que se hace un público que tiene toda la vida escogiendo a la hora de la telenovela entre RCTV, Venevisión y más recientemente Televén.

Algunos, como los habitantes de los Valles del Tuy, siempre tuvieron menos opciones:
Marina Yépez decidió que va a vender sus dos televisores. Reside en el sector Salamanca de Cúa y tiene dos opciones a la hora de sentarse frente a la pantalla: VTV o RCTV. "No me queda otra alternativa. Yo adoro a Chávez, pero no me gusta la programación del canal 8, a mi me gustan mis novelas. No tengo dinero para pagar el cable y entonces no tengo otra salida que vender los televisores", dijo para El Nacional.

Poco a poco los productos de RCTV encuentran salidas alternativas. El Observador se puede ver en youtube. Todo parece indicar que La Rochela aparecerá este lunes en Globovisión. Pero…y las telenovelas? Es difícil que aparezcan por una señal libre que esté asociada a la Internet, como youtube o Globovisión. Esto minimizaría su venta en el extranjero, la cual es quizás en estos momentos la mejor fuente de ingresos de RCTV. Por lo tanto, creo que por ahora el público se quedará sin las telenovelas de RCTV.

No puedo terminar este largo post sin mencionar la importancia que ha cobrado para el público el ver a los actores de telenovelas expresar públicamente su repudio ante el cierre de RCTV. Aunque en mis trabajos de investigación he constatado que tanto en RCTV como en la autocensurada Venevisión (VV) trabajan actores de todas las posiciones políticas, el público (ver 1 y 2) utiliza la lógica simplista de la polarización y asume que el que se manifiesta públicamente (y esta posición tiene que ser MUY pública: en una tarima de una manifestación o en un programa de TV) en contra del cierre siempre ha sido antichavista y el que no lo hace es porque es “rojo rojito”. El público (y algunas columnas de espectáculos, sobre todo las de pseudónimos) se han erigido en jueces de la credibilidad de los artistas en cuanto al tema del cierre. Es en esas percepciones donde se evidencia, una vez más, la hegemonía de la lógica de la polarización, el uso de las etiquetas (“chavista”, “antichavista”, etc.) para organizar la realidad, y la inmensa fractura que tiene mi país. Por cierto, todo estos factores ayudan al Gobierno, no a los que lo oponemos.

Los artistas también son el blanco de los ataques de los personeros del gobierno, quienes entienden bien el poder de la cultura popular y sus voceros en un país como Venezuela y, por lo tanto, los quieren devaluar y callar cuando no los tienen de su lado. De esta manera vemos al propio Chávez, demonizando una vez más a los medios de comunicación privados, argumentando que éstos “manipulan los sentimientos”, olvidando que él hizo toda una campaña presidencial basada en el slogan “Por Amor”, y añadiendo que esos medios “ponen a llorar a un grupo de actores, que son expertos en llorar en telenovelas. Es una cosa terrible, propia de fascismo".


Ayer los artistas marcharon y entregaron un documento en la OEA. Es un primer paso para “rescatar los espacios que nos han estado secuestrando” (actor, escritor y profesor universitario Javier Vidal).

Y he ahí el meollo:
El gobierno cierra los espacios y al hacerlo disminuye nuestras opciones. Entre estas opciones están las telenovelas, esos melodramas llenos de defectos e imperfecciones que son ingredientes de nuestra dieta diaria y elemento esencial de nuestra identidad.


---Caricatura tomada de The Economist-Mayo 30, 2007

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