agosto 05, 2008

DOÑA BARBARA Y LA "IMAGEN EN MI CABEZA"



Anoche se estrenó la muy esperada Doña Bárbara en Telemundo. Es importante dejar claro que escribo estas líneas después de haber visto sólamente el primer capítulo. Mi propósito en este escrito no es hacerle una disección a esta nueva telenovela cuyos valores de producción son innegables, sino más bien hacer una reflexión sobre eso que Walter Lippmann llamó “the pictures in our heads” /“las imagenes en nuestra cabeza” y su confrontación con lo que existe fuera de nuestras cabezas.

Como venezolana crecí leyendo a Rómulo Gallegos. Sus libros son ingredientes ineludibles y fundamentales de la educación en mi país. Por eso tengo en mi mente a “miDoña Bárbara. Ella no es ni María Félix, ni Marina Baura.


Ella es “mi” "devoradora de hombres", la que construí en mi mente a lo largo de las diversas lecturas de Doña Bárbara que he hecho en diferentes etapas de mi vida.

Siempre hay algo de distancia entre la “imagen en nuestra cabeza”, producto de la lectura de un libro, y la imagen en la pantalla de cine o de un televisor. Siempre negociamos entre ambas imagenes, hasta que aceptamos o no la que está en la pantalla. Yo anoche tuve dificultad en esa negociación en el caso de “miDoña Bárbara y Doña Bárbara/Edith González. Es importante aclarar que en ese primer capítulo, ella sólo aparece en los últimos 10 minutos, pero reconozco que me costó aceptarla. Esto no es un reflejo del talento de la actriz, ni de la manera como está escrito el personaje, sino más bien de la fortaleza de esa imagen que vive dentro de mi cabeza y que no coincide con el fenotipo de Edith González, ni con su acento mexicano. También es producto de la inevitable confluencia de mi identidad venezolana con mi lectura de este texto audiovisual, escrito y producido en clave “internacional”, donde el país donde ocurren los hechos nunca es mencionado, a pesar de la presencia del Río Arauca. Estoy segura que no soy un caso aislado. Probablemente muchos venezolanos tendrán las mismas dificultades que yo, mientras que los televidentes de otras nacionalidades no tendrán ese problema.

Es interesante mencionar que caminé facilmente la distancia entre “miSantos Luzardo y Santos Luzardo/Christian Meier. Quizás porque la emblemática es ella y no él. Así de complicada de entender es la relación entre la “imagen en nuestra cabeza” y el mundo exterior. Es una de las aristas más fascinantes del consumo de contenidos mediáticos: la relación estrecha entre identidad y lectura (consumo/recepción).

Seguiré viendo Doña Bárbara y observándome a mí misma mientras negocio la distancia entre la "imagen de mi cabeza" y la del televisor.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

octora por su escrito a mi me pasa algo parecido. soy admiradora de edith, me ancanta fan de corazon salvaje pero no puedo dejar de pensar el "la dona del libro y en maria felix no puedo a edith creo que le hizo mas falta construir un personaje. no se adentro en piscologia por falta de tiempo
quiero suponer
un ejemplo con eso de que batman esta tan de moda
el guason de Heath Ladger no se parece en nada al de Jack nickcolson Ademas ledger que en paz descanse se adentro mas en la sicologia del personaje

o volviendo a las telenovelas el leoncio almedia de rubens de falco no se parece en nada al leoncio de leopoldo pacheco

en fin tonterias mias

itat dijo...

El personaje que está interpretando Edith González me está gustando mucho, esta actriz se había quedado en mi memoria como la Santa Monica de Corazón Salvaje; sin embargo, ahora me toca ver con mucha satisfacción su evolución hacia un antagónico tan complejo como lo es el personaje de Doña Barbara.
Pienso que lo está haciendo muy bien, y le creo su interpretacion.
Yo no he visto a ninguna de las Doñas anteriores, y me imagino que mucho público extranjero está como yo, como una hoja en blanco frente a la historia y a la recien estrenada telenovela.
En fin, para gustos los colores. La telenovela Doña Barbara y su actriz Edith Gonzalez me encantan.

Brucei dijo...

Siento que aunque el texto es rudo, la manera de interpretarlo de edith lo hace mas suave.. quizas es algo que se arregla con el paso del tiempo..

De igual manera no coincide la doña barbara del libro con la que hace edith - el texto esta muy bien - , ojala este problema de nuestra imagen y la que proyecta edith sea algo pasajero.. pues es el pilar de la historia..

Dr. Carolina Acosta-Alzuru dijo...

Gracias, Tania, Itat y Dragoons, por sus comentarios. Estuve en un congreso en Chicago esta semana y dejé grabando el resto de los capítulos. Les escribo mientras los veo. La producción de esta novela es estupenda y, efectivamente, Valentina Párraga ha mantenido la esencia de los personajes en el libro. Sigo negociando internamente entre la Doña Bárbara de mi mente y la que hace Edith González. Sí le siento el temperamento al personaje, pero, por ejemplo, la Doñá Bárbara de Gallegos creo que nunca hubiera usado aretes/zarcillos en sus orejas. Es un detalle y como tantos otros lo estoy trabajando.

Algo importante es que a pesar de que la reflexión que hago en este post y comentario es sobre Doña Bárbara, realmente es mucho más que eso. Es parte de las explicaciones teóricas que busco para la aceptación o no de ciertos personajes de telenovelas. Y eso va unido a nuestra identidad.

De nuevo, mil gracias.

Anónimo dijo...

la telenovela hasta ahora en su estructura ha respetado hasta en los dialogos al libro segun yo y sobre el detalle de los aretes y lo que mi me mata el lipstick fushia estamos de acuerdo
Para mi me es muy dificil discernir en tre la edith de la vida real aka vida publica la buena onda la que llora por todo sentimental, elegante y este personaje. Edith intenta comportarse como una burda mujer de campo pero no se todavia no le creo se le nota demasiado el gran esfuerso que hace.
lo curiosos es que a la interpetacion de edith el publico esta respondiendo muy bien me esciben que no tenian idea del libro ni de la peli y que les gusta mucho o que edith si pudo con los "Shoes de Maria Felix" (ese me llego hoy)y me esciben un monton de chicas de italia. No se si tomarlo como una respusta postiva al personaje o una efusiava respusta de un club de fans de edith. en fin.

Dr. Carolina Acosta-Alzuru dijo...

Tania, tu comentario es un maravilloso catálogo de ejemplos de cómo todos "procesamos" a la Doña Bárbara de Edith según nuestra identidad. A mí me ha costado la distancia que hay entre ella y la imagen de Doña Bárbara que vive en mi cabeza, a ti te cuesta encontrarla en la Edith González, ser humano, mientras que muchos de los que te escriben no tienen ninguno de estos problemas porque no han leído el libro y/o porque son fans de la actriz. Es interesante observar como para algunos lo que importa es que llene los zapatos de María Félix, pero para los venezolanos lo importante es que sea Doña Bárbara, la que escribió Rómulo Gallegos.

Estoy de acuerdo contigo, el libreto es muy respetuoso de la esencia galleguiana. No olvidemos que Valentina Párraga es venezolana. Ella también creció leyendo a Gallegos, amén de ser una excelente escritora.

Mil gracias por tus comentarios, Tania.

Anónimo dijo...

Hola, a mi me sigue gustando la telenovela. Como telenovela, siento que esta muy bien hecha y actuada. No puedo comparar con el libro, hasta que lo lea, aunque si me llamo la atencion lo de los aretes gigantes. No entiendo mucho el endiosamiento a la interpretacion de Maria Felix. Entiendo que tuvo gran impacto, y que ella era una mujer especial, pero ni siquiera estoy segura de que esa pelicula se apegara al libro de Gallegos y ademas, acabo de ver la pelicula, y si DB no era mas fuerte que la de Edith. Cuando lea el libro comento, un saludo a todos y a Carolina especialmente.

Dr. Carolina Acosta-Alzuru dijo...

Hola Anónimo, estoy de acuerdo en que la novela está bien hecha. Ultimamente me he estado fijando en la musicalización. Es particularmente apropiada para darle el acento necesario a cada escena.

En cuanto a María Félix, estamos hablando de una figura mítica en México y en mucho de Latinoamérica. Y no por haber sido Doña Bárbara, sino por mil otras cosas...entre ellas porque ella era la "María Bonita" de Agustín Lara.

Yo estoy encantada de conversar con todas y todos los que leen este blog sobre cómo negociamos las imagenes dentro y fuera de nuestras cabezas mientras disfrutamos de Doña Bárbara.

Valentina Párraga, quien escribe esta novela, piensa que todas las mujeres, en especial las venezolanas, llevamos una "doña" en el corazón ya que nos enfrentamos a injusticias relacionadas con el ser mujeres desde que somos niñas. Estoy de acuerdo con ella.

SM dijo...

Un saludo muy cordial Doctora. Gracias por este foro, me encantan los comentarios y sobre todo me gusta su establecimiento de lo que son "las imagenes en nuestras cabezas". Que interesante la ilustración de lo difícil que resulta asociar un personaje interpretado en la televisión o en el cine con las imagenes en nuestra cabeza. No soy venezolana, pero leí la novela de Rómulo Gallegos cuando tendría quiza unos 14 años y desde entonces la he vuelto a leer varias veces, cada vez con más apego, pues es una de mis obras favoritas de todos los tiempos. Yo también he tenido una gran dificultad en reconciliar a Edith Gonzalez con Doña Bárbara, la verdadera, la que concibió su autor. Y cada vez voy teniendo mayor dificultad. Soy comunicadora, así que tengo propensión a analizar discursos, detalles visuales, gestualización no verbal...y comenzando desde la fisonomía blanca y de ojos azules de Edith contrapuesta con quien en realidad era una llanera amazona, hasta cualidades esenciales de la Doña verdadera que ella no proyecta, tales como su fuerza, su arrogancia, su forma de expresarse, cada vez me reafirmo más que Edith es una excelente actriz, pero no es Doña Bárbara. Algunas somos o no somos. Algunas somos intelectuales, otras somos sexy, otras somos sensuales, otras dulces...a veces ciertas caracteristicas se interpolan, a veces no. Y en el caso de Edith, ella está muy lejos de ser la imagen en mi cabeza de Doña Bárbara. Doña Bárbara no llora. No es tan emocional. No tiene miedo. No vive refugiándose en una vieja nana. Ella es la barbarie, es salvaje, la fuerza del llano. En cuanto a Edith, es demasiado arreglada, demasiado maquillada, demasiado elegantemente vestida. No proyecta fuerza de campo, sino clase, distinción, feminidad con cualquiera de sus vestuarios, cuando debería ser montez y salvaje. Ciertos vestuarios de Cecilia son más Doña Bárbara que los accesoriados vestuarios de ella!! Su forma de expresarse también me pierde: a veces habla normal, como hablaría cualquiera de nosotros, y a veces habla "forzado" intentando ser poco instruida, como en otro comentario que leí por allí. Me encantó Corazón Salvaje, me gusta mucho Edith, pero no es Doña Bárbara. Quienes no hayan leído el libro, o los fans recalcitrantes de esta actriz, probablemente sólo verán la trama como una novela más y la aplaudirán por su lealtad hacia su actriz favorita. Pero los que tenemos "doña Bárbara", la obra, muy cerca del corazón, tenemos dificultad reconciliando nuestra imagen con la de la telenovela. Además deberían cuidar más los guiones. En un capítulo reciente, Edith le dice a Santos Luzardo, "te crees más porque eres más blanco que yo" (???) y ella es blanca y ojos azules, por favor!! En cuanto a Santos Luzardo, si puedo reconciliar a Christian Meier con esta figura, pero no me está gustando que lo hagan tan débil, tan pasional. En fin sólo son unos comentarios de alguien que ama la obra de Rómulo Gallegos. Un abrazo a todos y gracias una vez por este espacio para poder expresarnos.

Dr. Carolina Acosta-Alzuru dijo...

Muchas gracias, SM, por tu comentario tan bien argumentado. Efectivamente has dado en el clavo. No es que a Edith González le falte talento, sino que su Bárbara es alguien inspirado en la Doña Bárbara de Gallegos, pero no es ese personaje clave de la literatura venezolana. Yo ya me acostumbré a verla como un personaje de telenovela. O sea, dejé de tratar de emparejar la imagen de mi cabeza con la de la TV y terminé separándolas. Así me funciona mejor. En cuanto a Santos Luzardo, para convertir a la novela de Gallegos en telenovela (melodrama) supongo que había que darle más textura a los conflictos de ese personaje. Aquí están dibujados con dos bipolaridades:
1. Pasión física por Doña Bárbara-rechazo emocional/moral hacia ella.

2. Genes violentos que le vienen del padre/rechazo a la violencia que le vienen de su mamá y de la educación recibida.

La novela la estoy disfrutando y sólo me puedo imaginar el reto de la escritora para llevar esa historia a 120 o más capítulos. Una empresa nada fácil.

De nuevo, gracias por participar en esta conversación tan interesante.

Melylaw dijo...

Estoy muy deacuerdo contigo. Yo solamente habia leido Cantaclaro. Al ver que estrenaban la telenovela decidi buscar el libro despues de ver el primer capitulo porque no tenia claro quienes eran los personajes. Tuve la suerte de encontrar un ejemplar en la biblioteca que ademas contiene un poco de historia y hasta el prologo a una de las primeras ediciones. Y es visible que la caracterizacion no es la más adecuada, es verdad que tampoco se refiere a Caracas como la capital de la republica, se nota la diferencia de los acentos entre los actores(protagonista Mexicana, protagonista colombiano)deberian haber cuidado más esos detalles.No dudo del talento de Edith porque he visto otras novelas suyas y es muy buena actriz, pero no da el pego.Yo creo que se ha tratado a esta novela como una más y no debio ser asi, es un gran libro, una obra magistral, por lo que encuentro fallos. En el capitulo donde aparece Santos rumbo a Altamira navegando por el rio, ya el se habia dado cuenta de que el brujeador le habia seguido desde hace bastante rato,cosa que no esta reflejado en la versión televisiva.Debieron haber tenido más cuidado a la hora de redactar el libreto.

Melylaw dijo...

Estoy muy deacuerdo contigo. Yo solamente habia leido Cantaclaro. Al ver que estrenaban la telenovela decidi buscar el libro despues de ver el primer capitulo porque no tenia claro quienes eran los personajes. Tuve la suerte de encontrar un ejemplar en la biblioteca que ademas contiene un poco de historia y hasta el prologo a una de las primeras ediciones. Y es visible que la caracterizacion no es la más adecuada, es verdad que tampoco se refiere a Caracas como la capital de la republica, se nota la diferencia de los acentos entre los actores(protagonista Mexicana, protagonista colombiano)deberian haber cuidado más esos detalles.No dudo del talento de Edith porque he visto otras novelas suyas y es muy buena actriz, pero no da el pego.Yo creo que se ha tratado a esta novela como una más y no debio ser asi, es un gran libro, una obra magistral, por lo que encuentro fallos. En el capitulo donde aparece Santos rumbo a Altamira navegando por el rio, ya el se habia dado cuenta de que el brujeador le habia seguido desde hace bastante rato,cosa que no esta reflejado en la versión televisiva.Debieron haber tenido más cuidado a la hora de redactar el libreto.

Anónimo dijo...

Estoy muy deacuerdo contigo. Yo solamente habia leido Cantaclaro. Al ver que estrenaban la telenovela decidi buscar el libro despues de ver el primer capitulo porque no tenia claro quienes eran los personajes. Tuve la suerte de encontrar un ejemplar en la biblioteca que ademas contiene un poco de historia y hasta el prologo a una de las primeras ediciones. Y es visible que la caracterizacion no es la más adecuada, es verdad que tampoco se refiere a Caracas como la capital de la republica, se nota la diferencia de los acentos entre los actores(protagonista Mexicana, protagonista colombiano)deberian haber cuidado más esos detalles.No dudo del talento de Edith porque he visto otras novelas suyas y es muy buena actriz, pero no da el pego.Yo creo que se ha tratado a esta novela como una más y no debio ser asi, es un gran libro, una obra magistral, por lo que encuentro fallos. En el capitulo donde aparece Santos rumbo a Altamira navegando por el rio, ya el se habia dado cuenta de que el brujeador le habia seguido desde hace bastante rato,cosa que no esta reflejado en la versión televisiva.Debieron haber tenido más cuidado a la hora de redactar el libreto.

Melylaw dijo...

Sorry se ha publicado tres veces en vez de una

Dr. Carolina Acosta-Alzuru dijo...

A todos,

No dejen de leer la carta de Valentina Párraga que acabo de colocar en mi blog:
http://telenovelas-carolina-esp.blogspot.com/2009/05/carta-de-la-autora-de-dona-barbara.html

Allí Valentina reflexiona sobre su proceso escribiendo Doña Bárbara.